El gobierno chino reglamentó la publicidad

Roque Faraone*

Desde el momento en que el gobierno de China decidió la doble vía para la construcción de una sociedad plenamente solidaria autorizando la inversión de grandes capitales en algunos sectores de la economía, (éstos, a la vez muy controlados), me interesé en el problema de la publicidad, que seguramente se expandiría en esta segunda gran experiencia que proclama superar al régimen capitalista, predominante actualmente en el mundo.

Con poca información calificada de Occidente respecto al funcionamiento de las instituciones de gobierno de este gran país (1) alguna – también calificada – pero dirigida por el gobierno de ese país (2) encontré en la web una traducción al inglés, realizada en 2019, de una ley que reglamentó la publicidad en 2015.

Antes de comentar esta ley, veamos:

¿Cómo interpreto a este Gigante asiático?

Partidario, como sigo siéndolo, de una interpretación materialista de la historia, considero una proeza que China se haya casi equiparado, en medio siglo, a la principal potencia del mundo, Estados Unidos, en su capacidad productiva y a la vez, que haya logrado una distribución de la riqueza menos desigual. En cuanto a su sistema político, no hay dudas de que difiere del liberalismo político que funciona en algunos otros países, aunque no en todos los que dicen aplicarlo. Dos catedráticos norteamericanos que son considerados en su país los más destacados especialistas en el régimen de gobierno chino y que además fueron asesores del gobierno de su país – David M. Langton y Samuel Shambaugh – destacan más los cambios favorables ya mencionados que la concentración de poder político.

Una publicación oficial del gobierno chino reproduce esta cita de Samuel Shambaugh: “Parece que los puntos de vista del Partido Comunista chino sobre la CCPPCh y los partidos no afiliados al PCCh han cambiado. Poco a poco el PCCh ha dejado de considerarlos como instrumentos de un frente único, para pasar a verlos como respetables elementos del sistema. Todo esto se encamina a la construcción del sistema de supervisión no partidista y a mejorar la capacidad administrativa del PCCh”, y esta publicación agregó: “Su juicio se ajusta a la realidad” (1).

Respecto a su política exterior, no sólo su diplomacia es particularmente prudente y sutil, sino que sus acciones evidencian una gran amplitud. Un ejemplo: participa desde su fundación del BRICS (Brasil. Rusia, India, China y Sudáfrica), grupo de países con sistemas económicos muy dispares. En el grupo también participa India, país con el que, además, tiene conflictos de límites. Otros ejemplos: 1) la isla de Taiwan – territorio chino – fue el refugio del Kuomitang cuando éste perdió la guerra civil. Desde entonces – aún cuando EEUU renudó relaciones diplomáticas con la República Popular de China – Taiwan es como un protectorado norteamericano. EEUU ha hecho provocaciones como la visita de legisladores suyos a Taipé, a lo que China respondió con un despliegue de vuelos militares a islas cercanas y una declaración pacífica que concluía: “Taiwán forma parte del territorio de la República Popular de China”… frase aparentemente superflua, pero que importa, en el campo del derecho internacional, dado que EEUU reconoció al actual gobierno chino y éste ocupa un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU; 2) Prestó a Rusia moderado apoyo cuando ésta invadió Ucrania, absteniéndose en la ONU de condenar esa invasión (porque era notorio el cerco militar que dirige EEUU). Luego propuso 12 puntos propiciando un armisticio. Este documento comienza evocando el derecho de los países pequeños a su integridad territorial (forma elíptica de aludir a la invasión rusa a Ucrania); 3) Cuando el canciller chino Wang visitó Moscú, la declaración conjunta con su colega Lavrov dice: “Estamos dispuestos a velar por un mundo multipolar y un orden más justo”, declaración que la diplomacia rusa interpretó como un apoyo total, pero que es suficientemente vaga en su contenido final, lo que autoriza a mantener la idea de “moderado apoyo“.

Dicho lo que antecede (para situar mejor al lector respecto al fundamento de mi perspectiva), paso a explicitar por qué interesa analizar esta ley regulatoria.

La publicidad y el capitalismo

La palabra “publicidad”, en español, puede ser usada con diferentes significados: “dar a publicidad” (por ejemplo), pero su uso más difundido es el equivalente a “advertising” en inglés. La mejor definición que conozco es la de Wikipedia en italiano: “forma de comunicación paga, difundida por iniciativa de operadores económicos, que tiende de modo intencional y sistemático a influenciar las actitudes y la elección de los individuos respecto al consumo de bienes y la utilización de servicios”.

Muchos estudios sobre la publicidad evocan insignias de comercios o productos de un pasado remoto, tal vez por un propósito ingenuo de erudición, pero esto confunde porque contribuye a naturalizar este fenómeno social que se expande, de modo fulminante, con el capitalismo, esto es, con la revolución industrial impulsada por la máquina a vapor (ferrocarriles, embarcaciones, urbanización, prensa diaria, etc.).

Llamamos “capitalismo” – con cierta imprecisión – al período histórico que se inicia en ambos lados del Atlántico norte y que se expandió muy rápidamente por todo el planeta. La tradición cultural nos “enseñó” que esta expansión se debió a las nuevas tecnologías aplicadas a las industrias y a los transportes. Pero no suele destacar que la lógica interna del sistema económico de competencia obliga a la concentración (para la supervivencia) y al monopolio (en lo interno), conduciendo en lo externo al imperialismo. Esa tradición cultural prefirió la noción de “progreso”… que no es falsa, pero sí menos acertada.

¿Dede cuándo, entonces, podemos hablar de publicidad? La respuesta, actualmente, tiene que ser vaga. Si elegimos la prensa diaria, por ejemplo, sabemos que The Times, de Londres, imprimía 10.000 ejemplares diarios en 1812. Pero no contenía publicidad. Ésta aparece en París en 1836, con Etienne Gérardin. Pero puede haber surgido publicidad estática antes, en concentraciones urbanas, por ejemplo. O en los transportes.

Sea como fuere, una vez que surgió la publicidad como apéndice e impulsor necesario para la sobrevivencia de todo quien ofreciera un bien o un servicio, siguió incrementándose en volumen y en sofisticación. En cuanto a contenidos, operaron sobre ellos los mismos mecanismos propios de la sociedad capitalista, esto es, competencia y concentración. La competencia fue llevando a una estandardización de los productos publicitarios y de los mecanismos y técnicas de expresión. Así, los colores fueron siendo asociados a las marcas y productos. La Coca Cola eligió el rojo y el blanco. La Pepsi (posterior),pasó al azul y el blanco. La tipografía se consolidó en formas sacralizadas y posteriormente a símbolos y más recientemente a grafismo, copiándose e imitándose los unos a los otros, (como pasa actualmente con Claró o con la á de Antel).

La publicidad, hoy, es un factor importante para perpetuar al capitalismo

Es frecuente que en estratos populares la publicidad sea considerada molesta o desagradable, como lo es, sin duda, también en estratos más cultivados. Pero es posible sostener que la mayoría de la opinión pública considera que es inevitable o, incluso, que es un instrumento necesario para que el sistema productivo funcione con eficacia y que por ello no acepte la idea de una regulación por el Estado.

En cambio, es muy minoritaria la opinión de que la publicidad es uno de los principales factores de reproducción de la ideología dominante. Utilizo esta expresión de ideología dominante en el sentido de “falsa imagen de la realidad”, sentido que ha ido siendo admitido por buena parte de la academia para indicar una percepción difundida de modo inconsciente en la mayoría de la población adulta de una sociedad, y que legitima la estructura social existente.

Un ejemplo actual: “Nosotros sostenemos que estas verdades son evidentes por sí mismas, que todos los hombres son creados iguales (…)” dice la Declaración de independencia de EE.UU. de 1774; “Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derecho”, dice la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 (…)“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos” (…) sostiene la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948.

Estos documentos operan como ideología dominante, porque hacen pensar en una igualdad humana inexistente. Los hombres ahora pueden votar, pueden elegir, y sus votos cuentan por igual (en las sociedades de liberalismo político) pero no pueden intervenir de la misma manera, en igualdad de condiciones, en ninguno de los mecanismos sociales en los que se toman las decisiones trascendentes. Ni en lo político, ni en lo económico, ni en lo cultural. Ni siquiera son iguales por nacimiento, ya que es sabido que la desnutrición materna, las condiciones sanitarias y educativas de los progenitores, más la ausencia de previsiones médicas adecuadas, son todos factores condicionantes. Si seguimos con la alimentación de la primera infancia, la ciencia hoy nos dice que la desnutrición disminuye el desarrollo intelectual. Los conocimientos pedagógicos nos demuestran que las condiciones socioeconómicas y culturales de las familias son factores muy influyentes en el desarrollo de los educandos. Luego, en la vida adulta, la inmensa mayoría de los hombres no tiene ninguna incidencia en la elaboración de los mensajes que siguen configurando el foro público, cada vez más modelador de las ideas, los sentimientos, las motivaciones e incluso de las percepciones individuales.

La idea de la igualdad de los hombres, entonces, no es una realidad sino un postulado, una aspiración, una idea fuerza que ha inspirado muchas acciones solidarias a lo largo de la historia y particularmente en los dos últimos siglos, pero que ahora opera más como ideología conformista respecto a la estructura social y al aparato político del Estado, que como motor impulsor de cambios. La igualdad en los cómputos de sufragios parece ser suficiente en las sociedades con liberalismo político. La ausencia de privilegios por nacimiento consagrada en leyes alcanza para ocultar las restantes desigualdades.

¿Por qué sostener que la publicidad, hoy, es un factor importante para perpetuar al capitalismo? La publicidad, por su naturaleza, está dirigida a un gran número de personas y salvo cuando se la emplea en “soportes” muy concretos, para públicos muy definidos, quien confecciona los mensajes publicitarios sabe que sus receptores son personas con ideas muy diferentes. Como la preocupación del publicitario es persuadir, influir, mantener vivo el recuerdo de una marca, de un producto o servicio, tiene que procurar que su mensaje publicitario no sea rechazado. El mensaje, pues, tiene que ser “aséptico”, tiene que evitar cualquier referencia a opciones ideológicas. Si se habla en él de la “sociedad” debe dar la idea de que todos conformamos la sociedad por igual (que no hay desigualdades). Si el producto a promover es nocivo (como el tabaco o el alcohol), mientras la legislación no se lo impida, asociará su consumo al prestigio social, al éxito económico o a la autovaloración sexual, utilizando todos los recursos de la ciencia psicológica, sin preocupaciones éticas de ningún tipo. Quien crea publicidad no es un samaritano, es un promotor de ventas. Su mensaje, pues, no sólo no usará los conocimientos científicos existentes para elevar el nivel cultural de sus receptores, sino que, por el contrario, empleará sólo los que beneficien su finalidad: hacer recordar una marca, un producto, incentivar un consumo, procurando mantener al público en el nivel más bajo posible, para facilitar su trabajo (manipulador) presente y futuro.

Ejemplos de mensajes tontos (y estupidizantes): Ancel “Mueve tu mundo”, “Nuestra forma de hablar”. Coca Cola: “Es sentir de verdad”. Nevada: “Tal como somos”. BMW: “El movimiento tiene su símbolo”. Nativa: “Tu cerebro es agua y pensamiento”.

Publicidad y medios de comunicación

Los mensajes publicitarios, en una sociedad donde predomina el sistema económico de competencia, usan los grandes medios de comunicación como su principal instrumento para difundir sus mensajes. Y ésto incide en condicionar también los contenidos de los medios, puesto que éstos, para mantener o aumentar audiencia (y así conservar o aumentar publicidad) distraen, entretienen y o despolitizan.

Como en China los medios de comunicación son controlados por el Estado, era interesante observar de qué modo se procedía con esta ley regulatoria de una actividad similar a la que se practica en sociedades de mercado, pero con efectos potencialmente menos dañinos.

Es por estas razones que presté atención a esta ley reguladora de China, porque supuse que podía orientar respecto a las premisas proclamadas de construcción de una sociedad plenamente solidaria.

Aspectos iniciales de esta ley

Lo primero que se advierte es que esta ley revisó seriamente legislación extranjera y también los mecanismos que los publicitarios suelen emplear para eludir las normas que fueron dictadas para limitar los daños que producen los mensajes publicitarios.

El art.1 dice: “Esta ley se formula para regular las actividades publicitarias, para proteger los derechos e intereses de los consumidores, promover el sano desarrollo de los negocios publicitarios y mantener el orden socio-económico.”

La lectura de toda la ley permite formular dos hipótesis acerca de “promover el sano desarrollo”. Primera hipótesis: se consideró a la publicidad como un hecho natural, ignorando su carácter de mensaje impuesto por un emisor poderoso. Segunda hipótesis: la finalidad de la idea expresada tuvo el propósito de no malquistar a los posibles inversores capitalistas. No tengo competencia suficiente siquiera para optar.

El art.2 comienza por precisar que esta ley alcanza a “publicitarios”“agentes publicitarios” o “voceros publicitarios”, eufemismos seguramente usados para eludir, en otros países, normas restrictivas. También indica que esta ley se aplicará en el territorio de la República Popular de China, disposición obvia que sorprende. Quizás haya sido incorporada pensando en algún gran inversor extranjero – además muy ignorante – que pudiera alarmarse por las disposiciones que luego detalla la ley.

El art.3 dice: “La publicidad debe ser confiable y ajustada a la ley, debe presentar el contenido publicitario de modo sano y debe ser compatible con los requerimientos necesarios para la construcción de una civilización con un espíritu socialista y que se proyecte hacia el futuro respetando la excepcional cultura tradicional del pueblo chino”.

Este artículo (al menos como declaración de principios) parece advertir una cierta incompatibilidad entre la función social que está regulando y los objetivos que propone el actual sistema de gobierno.

El Art. 4 dice: “La publicidad no debe tener contenidos falsos o engañosos y no debe estafar o confundir a los consumidores. Los publicitarios serán responsables de la veracidad de los contenidos de los avisos. 

El art. 5 dice: “Los publicitarios, los agentes de publicidad y los editores de publicidad, cuando actúan en actividades publicitarias, deben cumplir, por leyes y reglamentos, con ser honestos y creíbles y competir de buena fe”.

Ambos sorprenden por su redacción. En el 4, la segunda frase es redundante. Todo el 5 parece más un consejo samaritano que un precepto jurídico.

Algunos rasgos peculiares:

Desde una óptica occidentalista hay tres aspectos que se destacan: 1) La ley es muy precisa al establecer numerosas interdicciones de expresiones y de símbolos que prohíbe utilizar (4); 2) Las sanciones que impone por cualquier violación – en principio sanciones pecuniarias – son muy severas: de 3 a 5 veces el valor del anuncio publicitario y si éste no puede ser calculado o es ínfimo, la sanción se establece entre 1.000.000 y 2.000.000 de yuanes, dejando librado a los múltiples ejecutores – sin otra precisión – la elección del monto (5); 3)las normas relativas a publicidad de medicamentos extiende las sanciones posibles a quienes las infrinjan (en casos calificados “graves”). Y éstas comprenden hasta la clausura y suspensión del permiso otorgado para prestar servicios de salud a los establecimientos infractores.

Voy a reproducir algunos artículos para dar una idea del alcance y pulcritud que pone en evidencia esta ley:

“Art. 38 Las recomendaciones de voceros de publicidad en avisos de bienes y servicios deben estar basadas en hechos y cumplir con los requerimientos de esta ley y de otras disposiciones legales y administrativas regulatorias relevantes, y no deben hacer recomendaciones o producir testimonios sobre productos que no hayan usado o servicios que no recibieron. Los menores de 18 años no pueden ser utilizados como voceros de publicidad. Las personas naturales, las personas legales u otras organizaciones que hicie-ron recomendaciones o demostraciones en anuncios falsos y que recibieron sanciones administrativas en los últimos tres años, no pueden ser utilizados como voceros publicitarios.”

“Art. 39 Las actividades publicitarias no pueden ser aplicadas en escuelas primarias y secundarias o jardines de infantes, en libros de textos, papelería, ayudas docentes, uniformes escolares, autobuses escolares y similares, no deben ser usados para difundir o hacer público de modo encubierto advertencias, excepto advertencias de interés público.”

Exhorto, a quien haya tenido la paciencia de leer hasta aquí, a procurar una lectura de toda la ley, que tiene 74 artículos. Creo que nuestra herencia cultural occidental sigue condicionándonos. En ella están actuando a la vez principios de liberalismo político (no siempre aplicados) pero que inciden, incluso, legitimando un sistema productivo que, combinando racionalidad e irracionalidad (Godelier 6), condujo al imperialismo, (Lenin.7), realidades que nos dificultan la comprensión de una cultura como la china.

Ésta – tal vez – pueda haber avanzado (con esta iniciativa de regulación de la publicidad), más allá del limitado horizonte que sólo una minoría del pensamiento académico occidental apenas vislumbra, cuando se plantea limitar los efectos de este cáncer terminal del capitalismo.

Agrego dos fotografías de una ciudad china – Chonquing – que tiene 20 millones de habitantes. La primera muestra un tren urbano aéreo que atraviesa un edificio; la segunda es una perspectiva de la ciudad iluminada por la noche. Considero que ambas imágenes sugieren muchas reflexiones que se relacionan directamente con los problemas que he señalado.

Notas

* Faculdade de Humanidades do Uruguai

Foi professor de História das Idéias na Faculdade de Direito e professor de Teoria da Comunicação Social na Faculdade de Humanidades do Uruguai. É membro (fundador) da IAMCR e da ALAIC.

** Imagem da capa: elaboração própria.

(1) Thomas Piketty, Capital e ideología, Paidós, 2020;Bruno Guigue, Communisme, Delga, 2022.

(2) Xie Chuntao.

(3) ob.cit, pg.111.

(4) Arts.23, 24 y 25.

(5) Art.55.

(6) Godelier, Maurice, Racionalidad e irracionalidad en economía,1974.

(7) Lenin, Vladimir, El imperialismo, etapa superior del capitalismo, 1916.

Grupo de Interesse 7 “Economia Política e Regulação de Plataformas”

Está aberta até 28 de agosto a chamada para o Grupo de Interesse 7 “Economia Política e Regulação de Plataformas”, que ocorrerá no XI Seminário da Associação Latino-Americana de Pesquisadores em Comunicação (Seminário ALAIC 2023), que ocorrerá em Brasília de 3 a 7 de outubro. 

O tema da regulação das plataformas digitais se apresenta hoje como fundamental para pensar a democratização das comunicações e as perspectivas de construção de projetos nacionais autônomos e soberanos nos planos econômico, político, cultural e comunicacional. O objetivo do GI é reunir pesquisadores interessados no tema para discutir contribuições teóricas, experiências nacionais e perspectivas para a América Latina. Análises comparativas com outras regiões e países serão bem-vindas. 

Bases de apresentação de resumos de trabalhos para um grupo de interesse (IG) da ALAIC 

A apresentação inicial consistirá em um resumo expandido contendo os seguintes pontos: 

• Título do trabalho em espanhol ou português e em inglês. 
• Dados do autor ou autores: sobrenomes e nomes completos, universidade ou instituição afiliada, país, e-mail (até no máximo quatro autores). 
• Nome do Grupo de Interesse ao qual o trabalho se aplica. 
• Três palavras-chave em espanhol ou português e em inglês (que, se possível, não repitam as do título). 
• Texto (em espanhol ou português) entre 800 e 1000 palavras que inclui: Tema central – Objetivos – Caracterização do estudo ou discussão teórica proposta – Abordagem e/ou metodologia de abordagem – Principais resultados, reflexões e conclusões mais importantes.
• Referências, seguindo as normas da APA (até 200 palavras).

Coordenadores: César Bolaño (Universidade Federal de Sergipe) e Murilo César
Ramos (Universidade de Brasília)

Mais informações em www.alaic.org

Professor César Bolaño recebe homenagem por destaque no ranking “AD Scientific Index 2023” durante as comemorações dos 55 anos da Universidade Federal de Sergipe (UFS)

Na foto, o Vice-reitor da Universidade Federal de Sergipe (UFS), Prof. Dr. Rosalvo Ferreira Santos, e o homenageado Prof. Dr. César Bolaño.

São Cristóvão, Sergipe – No dia 17 de julho de 2023, a Universidade Federal de Sergipe (UFS) realizou uma cerimônia especial como parte do seu 55º aniversário, que homenageou o professor César Bolaño em reconhecimento ao seu destaque no ranking “AD Scientific Index 2023”.

A cerimônia ocorreu no Auditório Libório Firmo (Reitoria) no Campus de São Cristóvão e contou com a presença de autoridades acadêmicas, professores, estudantes e familiares. O vice-reitor da UFS entregou pessoalmente a homenagem.

O ranking “AD Scientific Index 2023” é uma importante referência na avaliação do desempenho acadêmico de pesquisadores. César Bolaño foi reconhecido por sua excelência em pesquisa e produção científica, a qual têm contribuído significativamente para o avanço do conhecimento no campo da Economia Política da Comunicação, Informação e Cultura.

Ao receber a homenagem, o professor do Departamento de Economia expressou sua gratidão à Universidade Federal de Sergipe e parabenizou os demais colegas que também foram homenageados.

Esse tipo de homenagem valoriza e reforça a importância da pesquisa científica como elemento fundamental para o avanço da sociedade.

Conferência de César Bolaño em Cuba – Universidade de Havana

O professor César Bolaño (UFS) realizou a conferência de abertura do IV Congreso Internacional de Economía, Contabilidad y Administración (ECAD 2023) na Universidade de Havana, no dia 30 de maio, às 9h15, horário local. O título da conferência foi “Economía Política de la Comunicación: de la Vieja Industria Cultural a Internet y las Plataformas Digitales”. Além disso, César Bolaño lançou o seu novo livro intitulado “Economía Política, Cultura y la Batalla de la Comunicación en la América Latina del Siglo XXI”.

Este congresso fez parte da Convención Científica Internacional Universidad de la Habana, que ocorreu entre os dias 29 de maio e 2 de junho de 2023. O evento também fez parte das comemorações do 295º aniversário da Universidade de Havana.

Link da programação completa: clique aqui

Link da Convención Científica Internacional Universidad de la Habana 2023: clique aqui

César Bolaño foi incluído na lista dos 10.000 cientistas mais influentes da América Latina, pelo ranking AD Scientific Index 2023

César Bolaño foi incluído na lista dos 10.000 cientistas mais influentes da América Latina, pelo ranking AD Scientific Index 2023, destacando a sua consistente contribuição científica. Essa é a segunda vez que ele é listado, já que também figurou na lista em 2021.

Ao contrário de outros rankings que se concentram exclusivamente em números de publicações, o AD Scientific Index adota uma abordagem mais ampla que considera aspectos qualitativos, como a performance científica e a relevância do trabalho, com influências internacionais. Utilizando o Google Scholar como base, o ranking vai além das medições que apenas contabilizam números de produções em periódicos, valorizando também a qualidade e não apenas a quantidade.

Com mais de três décadas de pesquisa na área da Economia Política da Comunicação (EPC), César Bolaño é um autor renomado, cuja obra “Mercado Brasileiro de Televisão” é considerada um marco inicial nos estudos dessa área no Brasil. Atualmente, Bolaño é professor titular aposentado do Departamento de Economia da Universidade Federal de Sergipe (UFS). Ele foi fundador dos grupos de Economia Política da Intercom e da ALAIC, além de ser o primeiro presidente da ULEPICC. Também foi presidente da ALAIC e fundador do Portal e da Revista EPTIC, da qual é o diretor, e coordenador do grupo de trabalho em Economia Política da Informação, Comunicação e Cultura da CLACSO.

Link: clique aqui

Análisis del desarrollo mediático en Uruguay: un estudio aséptico de UNESCO

                                                        Roque Faraone*

Este estudio, difundido en 2021 por la web, fue “realizado en 2014” (p. 8) o “se desarrolló entre julio de 2013 y setiembre de 2015” (p. 7), pero no brinda ninguna explicación respecto a la demora en su difusión. Es un trabajo muy documentado, y con valiosa información fáctica. ¿Por qué calificarlo de “aséptico”?

En varias oportunidades cita la ley de medios (LDSA), que elogia reiteradamente sin perjuicio de señalar en ella omisiones o abordajes insuficientes, y destaca que fue impugnada por inconstitucional, agregando “que es el motivo por el cual no se aplica”.

Esta ley (19.703, de 2014) introdujo el pago de un canon para los canales de TV y determinó un plazo (renovable) para las concesiones, además de varias disposiciones destinadas a proteger a menores, a minorías, y a procurar mejorar la calidad de los mensajes, además de crear dos organismos nuevos: una Comisión Honoraria Asesora de Servicios Audiovisuales (CHASA) y un Consejo de Comunicación Audiovisual (CCA).

El estudio no subraya que las dos primeras disposiciones procuraban proteger el interés público y a la vez limitar el lucro de los concesionarios, probable fundamento de las acciones de inconstitucionalidad, las que, además, no prosperaron. Tampoco señala que, tanto el gobierno anterior como el actual violaron la constitución al no emitir el decreto regulatorio, motivo por lo que esa ley no se aplica. No está derogada, ni fue vetada. Teóricamente está vigente.

Como el estudio revela competencia y profesionalismo en la revisión de la legislación del país en diversos campos de la comunicación y además insiste reiteradamente en que la aplicación de esa ley 19.307 significaría un avance promisorio, es posible suponer que los límites fijados al documento guardan mayor relación con precauciones de carácter diplomático que con el reclamo de rigor científico.

En la página 34, refiriéndose a una de las categorías que elaboró UNESCO para este estudio y bajo el título de: “El Estado asegura el cumplimiento de las medidas para asegurar la pluralidad de los medios”, menciona diversas leyes aprobadas en este siglo y que coinciden con este propósito, pero a la vez señala insuficiencia de medios o ineficacia de controles adecuados y minimiza el hecho de que los “testaferros” (sic) utilizados para burlar los límites fijados para evitar la concentración de ondas, se hubieran inscripto con el mismo domicilio en el Ministerio correspondiente.

En otros pasajes de este muy cuidadoso estudio, se dice: “La televisión abierta al-canza una cobertura de 90% de la población y absorbe la mitad de la inversión publicitaria. Los tres grandes inversores principales captan a su vez el 95% de esa audiencia y de la factura publicitaria de la televisión abierta. También factura el 46% de los abonos de televisión de pago, actividad en la que intervienen otras empresas nacionales y extranjeras”.

Este fragmento indica, por un lado, que no se ocultó nada, que la orientación del trabajo fue la de ser objetivos, describir toda la realidad. Pero no tratar de interpretarla, porque no vincula en absoluto esta base estructural con los contenidos de los mensajes emitidos. Voy a transcribir otro de los fragmentos, que ilustra sobre quiénes participaron en este estudio: “Así comienza una labor de diseño y planificación del primer estudio nacional sobre Desarrollo Mediático promovido por UNESCO y dirigido por un Equipo Coordinador en el que estuvieron representadas todas la Universidades públicas y privadas con carreras ter-ciarias en comunicación: Universidad de la República (UDELAR), Universidad del Trabajo (UTU), Universidad Católica del Uruguay (UCU), Universidad de Montevideo (UM) y Universidad ORT Uruguay” (p. 7).

Un lector uruguayo puede, rápidamente, comprender que esta enumeración de instituciones no asegura la calidad de los resultados de este estudio, porque sabe que las privadas están muy influidas por el mercado de la comunicación, que no sólo está concentrado en pocas empresas, sino que todas ellas, además, dependen de la publicidad. Confía más en la UDELAR, (porque ahí no actúan en forma directa intereses privados) pero es poco probable que haya reparado que la F.I.C. no es igual a las restantes Facultades, que preparan profesionales que luego actúan, en general, sin depender de empresas. La F.I.C. (en su sector mediático) debe preparar, mayoritariamente, asalariados para la industria mediática, lo que limita o condiciona, además, sus posibilidades de investigación crítica al statu quo.

La UNESCO tal vez lo haya también entendido así, o debido a silencios significativos de esa Facultad frente a casos notorios relativos a sus competencias (como el caso de Assange, frente al cual demoró semanas en pronunciarse), haya concluido que encontraba allí una coincidencia de enfoque prudente ante los aparatos de Estado. Sin duda, los lectores de otros países deben suponer sin más que el pluralismo mostrado garantiza la máxima cientificidad posible, porque se subrayó que intervinieron “todas las universidades”.

Conclusión

De todos modos, exhorto, y con vehemencia, a leer este estudio. Pero hacerlo recordando: 1) que el objeto de las ciencias sociales no es conocer el objeto, sino mejorarlo. Y 2) que en toda sociedad existe una ideología legitimadora del statu quo, que perturba la comprensión de su complejidad y sobreestima la influencia de su superestructura.

Referencias

https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000378456

Notas

* Faculdade de Humanidades do Uruguai

Foi professor de História das Idéias na Faculdade de Direito e professor de Teoria da Comunicação Social na Faculdade de Humanidades do Uruguai. É membro (fundador) da IAMCR e da ALAIC.

** Imagem de destaque: elaboração própria.

 

Plataformas digitais e o Complexo Econômico-Industrial de Saúde na perspectiva crítica da Economia Política da Informação, da Comunicação e da Cultura

César Bolaño*

Fabrício Zanghelini**

A revista Cadernos do Desenvolvimento publicou uma edição especial em 2021, em parceria com a Fundação Oswaldo Cruz (FIOCRUZ), dedicada ao “desenvolvimento, saúde e mudança estrutural”. Aliando o pensamento sanitarista brasileiro a uma concepção heterodoxa de economia política, por oposição à economia da saúde tradicional e em linha com as melhores tradições do pensamento desenvolvimentista, os autores propuseram “a retomada de um vigoroso programa de pesquisa para avançar na relação saúde e desenvolvimento a partir do conceito de Complexo Econômico-Industrial da Saúde (CEIS)”, como se lê na apresentação do dossiê, feita pelo seu coordenador Carlos Gadelha (2021, p. 11).

O conceito de CEIS é primordial e perpassa toda a discussão; inclusive, em artigo posterior publicado nos Cadernos de Saúde Pública, Gadelha (2022) o definiu como “a base econômica e material do Sistema Único de Saúde (SUS)”. Ademais, convém assinalar que o próprio relatório final do Gabinete de Transição Governamental do novo governo do presidente Lula defende a “recriação de diversas instâncias de participação social, como o Grupo Executivo do Complexo Industrial da Saúde (GECIS)” (Brasil, p. 18).

Assim, é mister observar que se trata de uma perspectiva bastante consolidada e influente no Brasil, embora, como diversas outras, tenha sofrido forte ataque ao longo do período inaugurado com o golpe de 2016 contra a presidenta Dilma Rousseff. Os governos Temer e Bolsonaro – para além do desastre que foi a gestão, por este último, da pandemia da Covid-19 – representaram uma tentativa de neoliberalização do setor de saúde, de acordo com duas perspectivas privatistas (Bolaño & Zanghelini, 2022) que, em todo caso, concordam com a cessão de informações públicas por meio da criação de um sistema aberto chamado Open health, o qual seria, a exemplo do Open banking, “um repositório de dados assistenciais e de saúde de todos os brasileiros, coletados a partir de um prontuário eletrônico; e um ‘cadastro positivo da saúde’, com dados financeiros sobre os beneficiários de planos” (Fraga & Rocha, 2022).

Isto nos remete à questão das plataformas digitais e, em particular, ao aspecto pouco discutido das relações público-privadas na articulação dos sistemas de controle social e regulação, pois “os diferentes aparelhos do Estado também trocam dados com as plataformas e até participam do modelo de monetização próprio destas últimas” (Bolaño, Martins & Valente, 2022, p. 15). Com efeito, abre-se um flanco para articular a discussão sobre o Complexo Industrial da Saúde e a contribuição crítica da Economia Política da Informação, da Comunicação e da Cultura (EPC) (Bolaño, 2000), levando em conta tanto o trabalho organizado no sistema público e dos trabalhadores vinculados ao complexo e dos responsáveis pela produção e operação das plataformas digitais, estes últimos exercendo um trabalho de mediação social.

O binômio saúde e desenvolvimento pode ser considerado à luz da problemática das plataformas digitais ligadas à informação como serviço público, articulando a contradição entre os interesses do Estado, enquanto capitalista coletivo ideal, e dos capitais individuais em concorrência. Contradição que, num período como o atual, de avanço da Terceira Revolução Industrial e de subsunção do trabalho intelectual (Bolaño, 2002), manifestou-se de forma espetacular no confronto entre os projetos genoma público e empresarial na transição do século XXI (Bolaño, 2003), parte do movimento de constituição do novo modo de regulação com dominância financeira (Chesnais, 1996).

A rigor, o surgimento e expansão das chamadas plataformas digitais faz parte desse movimento que, iniciado na esteira da crise estrutural dos anos setenta do século passado, levará à constituição da economia da Internet e de todas as inovações trazidas com a implantação do novo paradigma industrial da digitalização. Enquanto mecanismos de mediação social, as plataformas situam-se, do ponto de vista do Estado, na intersecção da política industrial com a política social e representam um momento avançado de privatização e de internacionalização do sistema global de cultura, para usar a expressão de Furtado (1978), sob o comando do capital monopolista, acarretando graves consequências sobre a democracia e sobre os sistemas de bem-estar. Uma plataforma potente como a do SUS, por exemplo, apresenta enorme interesse para as empresas oligopolistas globais que encontraram na saúde humana um espaço privilegiado para a acumulação de capital e a exploração do trabalho, mas também para aquelas que se dedicam aos negócios da informação, da publicidade, da propaganda e da vigilância.

Seguimos, doravante, a sugestão de Gadelha (2021, p. 14), na apresentação do referido número dos Cadernos do Desenvolvimento, de que o esforço da sua notável rede de pesquisadores “crescentemente incorpore outros campos de saberes das ciências sociais, exatas e da natureza”, o que, no nosso caso, implica incorporar as reflexões a respeito do CEIS, de forma não eclética, ao marco teórico e analítico da EPC brasileira, de corte marxista e não propriamente heterodoxo, como o dos autores, cujas contribuições se inscrevem, como bem aponta o professor Luiz Gonzaga Belluzzo (2021, p. 24), “na busca de construção de um outro caminho que recrie um pacto que oriente a dinâmica capitalista para que o movimento abstrato do capital se realize no mundo da vida, garantindo o bem-estar e a própria sobrevivência moral do capitalismo”.

Para concluir, importa apenas sublinhar que não nos parece convincente a ideia de um pacto capaz de, diante da crise atual do sistema imperialista – desmoralizado diante do fracasso militar no Afeganistão e das dificuldades, sobretudo na Europa, decorrentes da sua guerra econômica mundial contra a Rússia (Bolaño, 2022) –, garantir um tipo de desenvolvimento inclusivo e ecologicamente sustentável, preservando, ao mesmo tempo, a lógica tautológica da valorização do valor, fundamento do modo de produção capitalista. Aliás, como isso se daria num país periférico como o Brasil é questão ainda mais complexa. Afinal, “se a economia política resolve-se no plano da prática e nas medidas de administração dos problemas da reprodução capitalista (a política econômica), a crítica da economia política tem de se resolver na prática revolucionária” (Medeiros & Bonente, 2021, p. 110). Talvez seja mesmo essa a verdadeira disjuntiva em pauta. E o otimismo é mau conselheiro, não só a ira.

Referências

BELLUZZO, Luiz Gonzaga de Mello. (2021). Enigmas do capitalismo e o mundo da vida. In: Cadernos do Desenvolvimento, v. 16, n. 28, pp. 19-24.

BOLAÑO, César. (2000). Indústria Cultural, Informação e Capitalismo. São Paulo: Hucitec/Pólis.

BOLAÑO, César. (2003). Economia Política do Conhecimento e o Projeto Genoma Humano do Câncer de São Paulo. In: CD-Rom ANCIB, Belo Horizonte.

BOLAÑO, César. (2022). Ucrânia: imperialismo e guerra da informação. In: <https://outraspalavras.net/geopoliticaeguerra/ucrania-imperialismo-e-guerra-da-informacao/>.

BOLAÑO, César; MARTINS, Helena; VALENTE, Jonas. (2022). Para a análise teórico-metodológica das plataformas digitais como estruturas de mediação a partir da Economia Política da Comunicação. In: Avatares de la Comunicación y la Cultura, n. 24, pp. 1-20.

BOLAÑO, César; ZANGHELINI, Fabrício. (2022). A desumanidade neoliberal não tem vacina: o vínculo entre negacionismo e neoliberalismo no governo Bolsonaro. In: Marx e o Marxismo, v. 10, n. 19, pp. 169-178.

BRASIL Gabinete de Transição Governamental. (2022). Relatório final. Brasília.

CHESNAIS, François. (1996). A mundialização do capital. São Paulo. Xamã.

FRAGA, Armínio; ROCHA, Rudi. (2022). Por que o ‘open health’? In: <https://www1.folha.uol.com.br/opiniao/2022/03/por-que-o-open-health.shtml>.

FURTADO, Celso. (1978). Criatividade e dependência na civilização industrial. São Paulo: Paz e Terra.

GADELHA, Carlos Augusto Grabois. (2021). Apresentação. In: Cadernos do Desenvolvimento, v. 16, n. 28, pp. 11-18.

GADELHA, Carlos Augusto Grabois. (2022). Complexo Econômico-Industrial da Saúde: a base econômica e material do Sistema Único de Saúde. Cadernos de Saúde Pública, v. 38, supl. 2, pp. 1-17.

MEDEIROS, João Leonardo; BONENTE, Biana Imbiriba. (2021). Marx e a crítica da economia política: considerações metodológicas. In: MEDEIROS, João Leonardo; SÁ BARRETO, Eduardo (orgs.). Para que leiam O Capital: interpretações sobre o livro I. São Paulo: Usina Editorial.

Notas

* Professor titular aposentado da Universidade Federal de Sergipe (UFS). Diretor da Revista EPTIC e coordenador do grupo Obscom/Cepos, do CNPq, e do grupo de Economia Política da Informação e da Comunicação da CLACSO.

** Doutorando em Economia pela Universidade Federal Fluminense (UFF). Membro do grupo de pesquisa Obscom/Cepos e Niep-Marx.

*** Imagem de destaque: elaboração própria.