Podcast Jogado Dados aborda livros clássicos da EPC brasileira em série

Ilustração: Davi Fiuza

A série sobre as teses e livros fundamentais para o subcampo da EPC no Brasil já pode ser ouvida na íntegra. Os integrantes da bancada do Jogando Dados desenvolveram ao longo do ano 14 episódios sobre 7 obras sendo elas:

Indústria, Cultura, Informação e Capitalismo” de César Bolaño;

Estado e Cinema no Brasil” de Anita Simis;

Mercado Brasileiro de Televisão” também de Bolaño;

Capitalismo Contemporâneo, Mercado Brasileiro de Televisão por Assinatura e Expansão Transnacional” de Valério Cruz Brittos;

A Lógica do Capital-Informação” de Marcos Dantas;

Reestruturação Capitalista e Mundo do Trabalho nas Telecomunicações Brasileiras” de Verlane Aragão Santos;

Informação, Conhecimento e Valor” de Ruy Sardinha Lopes.

A série se desenvolve desde o início do ano junto com outros quadros do podcast como o Dados na Mesa e o Cutucando Dados. Com um caráter de divulgação científica, o projeto trata dos principais pontos abordados nas teses e livros selecionados e demonstra como o arcabouço conceitual da EPC é utilizado pelos autores. O podcast Jogando Dados é uma iniciativa dos Grupos de Pesquisa CUBO/UEL (Economia Política da Comunicação e Crise do Capitalismo) e CEPCOM/UFAL (Crítica da Economia Política da Comunicação) e pode ser acessado pelos principais agregadores como o Spotify ou o Apple Podcasts, ou mesmo clicando aqui.

Fórum da EPTIC no INTERCOM 2021 traz diálogo entre os Estudos Culturais e a Economia Política da Comunicação

Imagem: Portal Intercom

No dia 4 de outubro, das 16h às 18h30 (Brasil) será transmitida, pelo Canal da Ulepicc-Brasil no YouTube, a Sessão Especial: Estudos Culturais e Economia Política da Comunicação. Diálogos a partir das contribuições de Raymond Williams e Jesús Martín Barbero“. Esta sessão do fórum EPTIC é uma das atividades do GP de Economia Política da Informação, Comunicação e Cultura que irá compor o 44º Congresso Brasileiro de Ciências da Comunicação, INTERCOM 2021. Os palestrantes que irão formar a mesa são: Maria Elisa Cevasco (USP), Nilda Jacks (UFRGS) e Manoel Dourado Bastos (UEL) e o mediador é Ruy Sardinha Lopes (USP).

Debate: “Comunicação e capitalismo hoje: geopolítica e respostas da América Latina”

Imagem: portal Eptic

No próximo dia 13 de setembro, às 16h (horários do Brasil e da Argentina), a Revista EPTIC junto com o Grupo de Trabalho de Economia Política da Informação, Comunicação e Cultura do CLACSO debaterão sobre o tema Comunicação e capitalismo hoje: geopolítica e respostas da América Latina”. O evento ocorre junto com o lançamento do Dossiê Temático Geopolítica das Comunicações da Revista EPTIC. O Dossiê convoca à reflexão sobre a configuração do capitalismo hoje, a forma como as indústrias culturais e, particularmente, as tecnologias de informação e comunicação ocupam um papel central num novo mapa de poder que ultrapassa aquele tradicionalmente atribuído aos Estados Nacionais e se expande com novas lógicas de governança e formas de intercâmbio nas múltiplas frentes, incluindo a economia, regulamentos, trabalho e cultura.

Para participar, basta inscrever-se no formulário presente na página do CLACSO. O evento é gratuito, aberto e será transmitido via Zoom.

Participantes:

Helena Martins. Revista EPTIC / UFC (Brasil)
César Bolaño. GT CLACSO / UFS (Brasil)
Alina Fernández
Alvaro Terán
Florencia Guzmán
Gina Mardones. UEL (Brasil)
Daniela Monje (Argentina)
Ezequiel Rivero. UCES (Argentina)
Edgard Reboulças. UFS (Brasil)

Para informações sobre todos os eventos do CLACSO no mês de setembro clique aqui.

Foto: Paula Ribas / Télam

Entrevista con Glenn Alvin Postolski

Foto: Paula Ribas / Télam

“Las relaciones comunicacionales en la cultura de masas son constitutivamente desiguales, son los estados los responsables de intervenir con normas que habiliten la expresión de lo popular, de lo históricamente silenciado”.

(Postolski)

 

Álvaro Terán Albán

Comunicador Social por la Universidad Central del Ecuador. 

Investigador y maestrante en FLACSO.

Glenn Alvin Postolski (1966).-  Investigador y docente argentino, especializado en políticas de medios masivos y derecho a la comunicación. Es profesor titular de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y entre 2014 y 2018 se desempeñó como Decano de la Facultad de Ciencias Sociales de esta casa de estudios. Postolski participó en la elaboración de los 21 puntos básicos por el derecho a la comunicación y fue uno de los gestores de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, aprobada en el 2009. Actualmente está a cargo de la Dirección General de Planificación Estratégica e Investigación de la Defensoría del Público de Argentina.

La entrevista abordó como tema central los cambios en las industrias culturales en el capitalismo de plataforma, el impacto de la globalización en la producción de sentidos y significados, la concentración de la propiedad mediática y digital en América Latina y sus efectos sobre la participación democrática. Además, se analizaron las posibilidades de acción y reflexión de la ciudadanía y la academia en un contexto de profundos desequilibrios y desigualdades sociales.

¿Cómo se reconfigura el sector de las industrias culturales en el capitalismo de plataformas o capitalismo cognitivo? ¿Qué tanto ha cambiado la noción de industrias culturales planteada por Theodor Adorno y Max Horkheimer en el actual contexto signado por la digitalización y la convergencia?

La construcción del polo emisor concentrado dueño de las estrategias para conquistar el mercado y por tanto las voluntades de los consumidores no varía. Cambian las interfaces, el régimen espectatorial y la modalidad de interacción. Otra vez vuelve la pregunta luego de la consolidación del programa digital absorbido por el capitalismo: ¿qué elegimos, bajo qué régimen de libertades, bajo qué oferta? Con la aparición de cada nueva tecnología aplicada a la industria cultural en la historia, internet tampoco fue un evento libertario, no se trató finalmente de la aparición de un mundo en el que el ciudadano recuperaba libertades postergadas por la industria cultural. 

La falacia de Internet con su planteo marketinero en torno a la interacción permanente de todos con todos se lo puede contrastar con la realidad evidente que siguen siendo los actores hegemónicos quienes concentran la centralidad del tráfico de los contenidos simbólicos. 

¿Cuál es el impacto de la globalización en las industrias culturales? 

Experimenta una multiplicación en la cadena de valor, liberadas las restricciones regulatorias que los estados le imponían a los servicios públicos analógicos con la expansión de la telefonía celular e internet. Los 5 grandes dominan el extraordinario negocio desterritorializado, los productores de contenido y los dueños de internet experimentan fusiones a escala supranacional. Los gobiernos, los estados y los ciudadanos son la expresión más vulnerable de esta modalidad de convergencia.

La creación de un público global profundiza la capacidad para formatear las perspectivas no sólo vinculadas a los bienes de consumo sino a la construcción de subjetividades y valores cada vez más enajenados de sus propias experiencias históricas y culturales. Esto genera consecuencias en el plano en la vida en común. Allí donde la modernidad había enmarcado en posiciones ideológicas de derecha o izquierda, potenciada hasta el paroxismo por la industria cultural en los años de la “guerra fría” hoy es reconceptualizada bajo etiquetas que uniforman y no permiten ver sus diferencias cualitativas. A inicio del siglo se impuso como populismo a todo aquello que no seguía las matrices establecidas, hoy se reformula bajo la noción de las autocracias.  

A finales del milenio pasado, una reveladora investigación de Herman y McChesney (1999), mostraba que 10 compañías y grupos transnacionales (predominantemente anglosajones), controlaban la producción, distribución y consumo de bienes culturales/comunicacionales en todo el mundo. En la segunda década de este nuevo milenio, la hegemonía de los monopolios mediáticos no solo que se mantiene, sino que parece fortalecerse. ¿De qué forma la convergencia de industrias culturales, plataformas, propiedades y modos de administración pueden condicionar la pluralidad de contenidos e información? 

Hay una relación inversamente proporcional entre la concentración de la propiedad y la pluralidad de contenidos. Todos los sistemas regulatorios, desde los principios de la radiodifusión hasta la expresión más concentrada de la convergencia tecnológica, que intentaron intervenir ante la desigualdad manifiesta entre propietarios de medios y audiencias lo hicieron con el propósito de reacomodar las relaciones de fuerza entre ambos actores. Las relaciones comunicacionales en la cultura de masas son constitutivamente desiguales, son los estados los responsables de intervenir con normas que habiliten la expresión de lo popular, de lo históricamente silenciado.

Hoy las producciones de los contenidos locales están mediadas por la capacidad de distribución concentrada del mercado internacional. La aparición de las OTT al estilo Netflix o Amazon definieron nuevas escalas de mercado e interactúan con los campeones nacionales estableciendo formatos y formas de circulación y consumo definidos por su poder asimétrico. Esto implica una situación cualitativamente más compleja. Los alcances profundos de estos condicionamientos recién estamos comenzando a conocerlos o evaluarlos, conflictos como el derivado de la alteración de la soberanía territorial en diversas producciones de serie sobre Vietnam dan cuenta que estamos visualizando solo la punta de un iceberg que puede generar impactos profundos. 

La reconstrucción de la legitimidad de los estados para intervenir en la promoción y fomento de contenidos que vaya en línea con la excepción cultural y que piense a los bienes simbólicos en términos de derechos humanos aparece como un desafío de la época.    

Las relaciones asimétricas de poder se extienden hacia las nuevas industrias culturales. En estos espacios, las desigualdades parecen no desaparecer, sino fortalecerse. ¿De qué manera la ciudadanía subalternizada podría incidir en el diseño de políticas públicas, proyectos, agendas, trabajos, y modos de relacionamiento y construcción colectiva?

Los conceptos de acceso y participación son centrales en la historia de la radiodifusión en latinoamérica. Lo subalterno expresa lo heterogéneo, lo que aquellos sectores sociales y culturales desplazados de la producción formalizada y sistemática de textos, nunca pudieron construir. Y esas voces anduvieron en la historia solo haciendo apariciones espasmódicas que se hicieron escuchar en determinados momentos de nuestra historia. 

Acceder al conjunto de la oferta cultural es un hecho que está restringido por la peor forma de discriminación, que es la económica: no todos, por no decir la mayoría, pueden ver fútbol por televisión, no todos acceden a la programación de las señales de cable, no todos acceden a la oferta premiun de las plataformas de streaming, etc, etc. En el caso argentino, la participación tuvo un salto cualitativo en la experiencia vivida en torno a la sanción de la Ley e Servicios de Comunicación Audiovisual del año 2009. Esta norma habilitó tanto en sus consejos y en su autoridad de aplicación la inclusión de los sectores desplazados del modelo cultural de la producción maistream; además de habilitar el tercer sector sin fines de lucro, los pueblos originarios, las univesidades como prestadores de servicios de radiodifusión. 

El retroceso que se dio a partir de los decretos de necesidad y urgencia sancionados bajo la administración del ex presidente Mauricio Macri en el período 2015/19 nos muestra la tensión permanente en la lucha entre quienes concentran el poder de emisión y sus alianzas con sectores de poder político y judicial. Pero como describen las experiencias de la militancia feminista y poéticamente lo define García Linera, son oleadas de luchas y conquista, en las cuales cada etapa sedimenta un avance que debe permitir llegar a nuevas conquistas.  

Las nuevas plataformas y los modos subversivos de convergencia han modificado los intercambios lingüísticos entre agentes sociales. ¿Cómo se configura el lenguaje y los códigos en las modernas industrias culturales?

Si algo hizo renacer al capitalismo en cada fase de crisis fue su capacidad de incorporar las experiencias que en origen fueron disruptivas. Ese poder de aborción de las anomalías en los modelos predominantes del intercambio social o en los sistemas hegemónicos de producción y consumo cultural son hoy una experiencia viva. 

Las convergencias y adaptabilidades obligan a repensar la relación local-global. Sin embargo, las desigualdades económicas y los desequilibrios de acceso a nuevas tecnologías imponen francas barreras de consumo cultural. ¿La academia está a la altura de reflexionar sobre esta crisis infocomunicacional?

La academia estuvo a la altura ya cuando los estudios culturales de la mano de Jesús Martín Barbero advertían con los conceptos de mediaciones y reconocimientos, los usos sociales y culturales, y los procesos de interacción entre lo popular y lo masivo. García Canclini supo dar cuenta de las experiencias latinoamericanas de la hibridación cultural, donde se ponía en diálogo la vida y la supervivencia material localizada con el consumo globalizado, ofreciendo resultados de sujeción pero también de resignificación de sentidos y experiencias sociales. Aníbal Ford señalo claramente las diferentes brechas que anteceden a la llamada brecha digital. 

Hoy, el mundo digital y la velocidad de la circulación y el consumo de bienes culturales nos imponen el desafío cada vez más urgente, por el tamaño de los poderosos operadores de lo técnico-cultural, de encontrar también en forma globalizada regulaciones que pongan en su lugar a los pueblos y sus derechos a una comunicación democrática e igualitaria.  

 

Ulepicc-Brasil transmite mesa virtual para discutir articulação de Grupos de Trabalho em EPC

A Ulepicc-Brasil (capítulo Brasil da União Latina de Economia Política da Informação, da Comunicação e da Cultura) transmitirá, na próxima quarta-feira (5), às 15h, a mesa virtual “A importância da articulação dos grupos de Economia Política em associações científicas”.

O objetivo do evento é realizar atividades em conjunto que envolvam pesquisadoras e pesquisadores de diferentes espaços de pesquisa latino-americanos como os Grupos de Trabalho em Economia Política da Comunicação, Cultura e Informação da Alaic (Associação Latino-Americana de Investigadores da Comunicação), Intercom (Sociedade Brasileira de Estudos Interdisciplinares da Comunicação) e Ancib (Associação de Pesquisa e Pós-graduação em Ciência da Informação).

A live será transmitida no canal da Ulepicc-Brasil no Youtube (Ulepicc-Br Brasil), com mediação de Rodrigo Moreno Marques (diretor científico da Ulepicc-Brasil e atual coordenador do grupo de Política e Economia da Informação da Ancib), e contará com pessoas que criaram, coordenaram ou coordenam alguns desses espaços. Entre esses pesquisadores e pesquisadoras estão:

– Anita Simis (ex-coordenadora do grupo de pesquisa EPICC da Intercom e ex-presidenta da Ulepicc-Brasil);

– César Bolaño (ex-presidente da Ulepicc e da Ulepicc-Brasil, ex-coordenador do grupo de trabalho em EPICC da Intercom, atual coordenador do grupo de EPICC da Clacso)

– Daniela Monje (coordenadora do grupo de EPICC da Clacso e vice-coordenadora do grupo de EPC da Alaic);

– Ruy Sardinha Lopes (ex-presidente da Ulepicc-Brasil, ex-coordenador do grupo de EPICC da Intercom e ex-vice-coordenador do GT de EPC da Alaic).

– Arthur Bezerra (vice-coordenador do grupo de trabalho Política e Economia da Informação da Ancib).

Os grupos de trabalho da Alaic e da Intercom foram fundamentais para a constituição de um subcampo estruturado da Economia Política da Informação, da Comunicação e da Cultura (EPC) na América Latina, ao possibilitarem, a partir de 1992, encontros periódicos entre quem pesquisava os efeitos político-econômicos sobre a comunicação, a cultura e a informação.

De lá para cá, essa articulação gerou grupos em outros espaços, ainda que alguns de forma temporária ou em diálogo com a EPC, em associações como: Compós (Associação Nacional dos Programas de Pós-Graduação em Comunicação), Clacso (Conselho Latino-Americano de Ciências Sociais) e Ancib. Além da criação de entidades específicas, caso da Ulepicc-Brasil (capítulo Brasil da União Latina de Economia Política da Informação, da Comunicação e da Cultura).

Lançamento de livros

Dentre as próximas atividades entre os grupos e a Ulepicc-Brasil está a realização de lives para o lançamento de livros publicados em 2021 e que tenham como base a EPC ou um diálogo claro com ela, desde que com autoria de pesquisadoras/es da América Latina que componham algum dos coletivos ou a entidade brasileira.

Para se indicar para lançamentos, entre em contato por ulepicc.br@gmail.com.

Em Formato Virtual, Congresso da Intercom 2020 tem inscrições abertas

Devido à pandemia de Covid-19, o 43º Congresso Brasileiro de Ciências da Comunicação (Intercom 2020) será realizado de 1º a 10 de dezembro em formato virtual. A Universidade Federal da Bahia (UFBA), que sediaria o encontro nacional deste ano, dará suporte institucional ao evento.

O Congresso da Intercom conta com um Grupo de Trabalho em Economia Política da Informação, Comunicação e Cultura, coordenado pelo Prof. Dr. Manoel Dourado (UEL)

Os interessados devem submeter seus trabalhos nos Grupos de Trabalho, Intercom Júnior e Expocom até o dia 12 de outubro de 2010. O calendário de inscrições e submissões pode ser acessado aqui.

Para escolher o Grupo de Trabalho ou evento que melhor acolherá seu trabalho, os interessados devem conferir a Chamada de Trabalhos do evento, que pode ser acessada aqui. Lembrando que os autores devem seguir as normas de submissão do evento disponíveis aqui.

Além dos espaços de apresentação de trabalhos, a organização do Congresso abriu chamada para a proposição de oficinas e minicursos

De acordo com organização do evento, “a realização virtual do congresso nacional em 2020 tem o intuito de manter a contribuição da Intercom para a constituição do campo científico na área de Ciências Sociais Aplicadas, em interface com diversos campos do conhecimento, inclusive pela natureza interdisciplinar inscrita em seus princípios constitutivos”.

O tema do Congresso da Intercom deste ano será “Um mundo e muitas vozes: da utopia à distopia?” No título, expressa-se a intenção primeira do evento: revisitar o Relatório MacBride quatro décadas após seu lançamento, em um ambiente de intensas mutações no universo comunicacional.

Não criemos na EPC uma dicotomia entre pesquisas empíricas e teóricas!

Anderson Santos*

Com as atividades das Rodas de Leitura em EPC, promovidas pela Ulepicc-Brasil (capítulo Brasil da União Latina de Economia Política da Informação, da Comunicação e da Cultura), mas também com conversas em outros espaços de pesquisa, uma coisa vem me preocupando bastante, ainda que não seja algo novo: uma falsa dicotomia entre a pesquisa com maior base teórica e aquela mais empírica (ou que considera um histórico de atuação de bases populares).

Filiação teórico-metodológica

Apresento aqui este manifesto enquanto alguém cuja maior parte da produção acadêmica é a partir de análises empíricas. Estudo a apropriação midiática do futebol há quase 10 anos a partir de seus elementos concorrenciais e enquanto elemento cuja transmissão deveria ser considerada como de “interesse nacional”, logo com observação sobre as regulações sobre isso. O meu único livro tem como título “Os direitos de transmissão do Campeonato Brasileiro de Futebol”. Mais empírico impossível!

Entretanto, há até mais tempo que isso, eu procurei me identificar como pesquisador do eixo teórico-metodológico da Economia Política da Informação, da Comunicação e da Cultura (EPC). Aprendi nas orientações do saudoso Valério Cruz Brittos que se nós não nos citamos, aprimorando os nossos conceitos, jamais a EPC, que ocupa a periferia na Comunicação, irá se desenvolver.

Assim, por exemplo, um conceito-chave para as minhas pesquisas sempre foi o de “barreiras político-institucionais”, adaptado por Brittos a partir de Bolaño (2000), que segue a linha heterodoxa da análise concorrencial de Possas (1987) – autor que enfrentou o desafio de construir uma perspectiva de estruturas de mercado a partir de uma visão marxista.

Como vinha de uma formação lendo mais Marx e Lukács que autores da Comunicação, fiz a escolha no Mestrado de focar a leitura na Economia Política da Comunicação (brasileira), pois estava num grupo de pesquisa que partia dela para fazer a análise dos mercados, empresas e programas da Indústria Cultural. O entendimento era simples: se estou filiado a tal escola, preciso dialogar com a sua construção teórica e seus conceitos. E assim seria se eu tivesse estudado a partir da Análise do Discurso de tradições francesas, da Análise de Sites de Redes Sociais ou dos Estudos de Jornalismo – que estudei e dialoguei em algum momento. Filiação de pesquisa requer conhecimento sobre o eixo escolhido e diálogo teórico-conceitual com o que se desenvolve.

Alguém pode me questionar sobre as necessidades que o objeto de pesquisa nos impõe, se isso não seria bloquear as possibilidades de análise. Respondo que normalmente divido o plano metodológico em duas partes: método, base teórico-metodológica que eu parto para o meu olhar; e procedimentos metodológicos, como eu vou pesquisa tal objeto (entrevistas, pesquisa de campo, outra revisão de literatura etc.).

Até eu começar a produzir sobre futebol, havia apenas dois artigos curtos de Bolaño (1999; 2003) que tratam de esportes, mas com foco na capoeira. Para a revisão de literatura sobre o futebol no Brasil eu precisei incluir, mas de forma crítica, autores de outras ciências e perspectivas de análise. Não tive problema quanto a isso.

Além disso, tenho alguns artigos em que tento demonstrar alguns conceitos maiores a partir do meu observável de estudo, que é algo popular e, assim, poderia ajudar na difusão da EPC. Além de trazer a questão das barreiras de mercado com frequência para analisar a disputa pelos direitos de transmissão de torneios esportivos, também produzi artigos sobre “os pontos da entrada de EPC” (SANTOS, 2014), a “fase da multiplicidade da oferta” (SANTOS; MARIA, 2014) e “mercadoria audiência” (A. SANTOS, I. SANTOS, 2018).

Com o aumento das exigências no doutorado, venho tentando me aprimorar no conhecimento teórico mais clássico, a partir de obras de autores como o já citado Possas (1987; 1989), Furtado (2008) e Marx (2011). Aqui entra outra questão, que é tentar me situar com maior cuidado enquanto pesquisador marxista da comunicação. Até este momento mantive a preocupação de evitar me identificar assim, apenas naquilo que eu realmente lia e trabalhava, que é ser pesquisador da EPC na perspectiva de alguns autores brasileiros.

Para as escolhas que eu fiz enquanto pesquisador para a filiação teórico-metodológica que atuo e defendo vejo esse movimento como essencial. Mas nada impede que outras pessoas não busquem, mesmo próximas à EPC, esses movimentos ou até mesmo a filiação a ela ao escrever monografia de TCC ou a dissertação. Porém, sendo agora ortodoxo quanto a isso, para ser pesquisador nesta área é necessário ler autoras – que tenho noção de que não citei aqui, o que levaria a outro texto sobre a área – e autores dela; e partir da EPC, e aí trazer outras teorias ou metodologias necessárias, para observar os objetos. Não vejo como negociar.

O empírico da militância

Entrando numa questão mais sensível e ciente que posso apanhar mais, ainda que a minha trajetória não envolva militância em coletivos sociais mais organizados ou partidos políticos, foram as escolhas político-ideológicas que me levaram à EPC, não de forma mais tradicional – ter um professor a apresentar a área e, assim, estudar os objetos infocomunicacionais a partir dessa perspectiva.

Para quem está na pós-graduação enquanto estudante já há o desafio de equilibrar as questões que apontei no tópico anterior com os prazos exigidos para qualificação e defesa, entre outras coisas. Contando com o contexto político do Brasil dos últimos anos, é ainda mais necessário manter a militância em seu respectivo coletivo ou partido. Até por isso, seria irresponsável da minha parte exigir algo neste tópico, não sendo alguém que se enquadra neste perfil, mas apenas sugerir.

Penso que nós podemos definir prioridades (ou ordem dessas) para atuação em diferentes espaços. É fundamental estabelecer limites para manter a saúde mental e não se sobrecarregar e, ao mesmo tempo, pouco para si mesma/o. Venho tentando deixar isso claro nos grupos/entidades que participo não só para externar os meus limites, mas também para ouvir os das outras pessoas. Mais que pesquisadoras e pesquisadores ou números de matrícula, somos seres humanos.

Assim, uma coisa que eu passei a pedir também é que as pessoas sejam transparentes quanto às prioridades e limites (temporários) de atuação. A situação está bem difícil mesmo, todas/os temos momentos muito ruins. Temos que construir uma cultura de atuação coletiva no âmbito acadêmico em que valha mais a pena participar da forma que pode e quando pode. Só que isso precisa ser externado.

A lealdade a se construir passa, ao menos para mim, bastante pela construção da confiança não só na hora de fazer, mas também nos momentos em que as outras pessoas sabem que naquele momento não é possível contar comigo. Assim, as atividades são melhor planejadas ou até adiadas, se for o caso.

Para soar mais forte quanto a isso, é preciso considerar que ainda que haja o conceito marxista de práxis, que considera a necessidade de “ação consciente” sobre a realidade, são várias ações possíveis em diferentes campos que, especialmente, funcionam de formas distintas.

Tenho clara noção que a minha atuação na “disputa epistemológica” não é suficiente para a transformação radical da sociedade que eu defendo – o que também daria outro texto; mas a militância per si não é suficiente para a disputa epistemológica que, ao adentrar na esfera da pesquisa – como discutido no tópico anterior – passa a ser importante considerar quando se é de um eixo de pesquisa periférico.

Chegando ao fim do texto

Longe de estabelecer conclusões, espero com este texto possa estimular possíveis respostas sobre as duas questões tratadas aqui – a Coluna CEPOS está aberta para isso. Enquanto presidente atual da Ulepicc-Brasil, vejo cada vez mais o quanto é muito importante ampliar as possibilidades de atuação coletiva. Entendo que isso só poderá ocorrer, e consequentemente, ampliar a nossa atuação, quando os nossos limites de participação e desafios para isso são postos à mesa.

*Professor da UFAL, doutorando em Comunicação na UnB, presidente da Ulepicc-Brasil e autor do livro “Os direitos de transmissão do Campeonato Brasileiro de Futebol”.

Referências Bibliográficas

BOLAÑO, César. A capoeira e as artes marciais orientais. Candeeiro, Aracaju, v. 3, p. 51-56, out. 1999.

BOLAÑO, César Ricardo Siqueira. Esporte e Capoeira. Identidade Nacional e Globalização. Candeeiro, Aracaju, v. 9-10, p. 33-42, out. 2003.

BOLAÑO, César Ricardo Siqueira. Indústria Cultural, Informação e Capitalismo. São Paulo: Hucitec/Polis, 2000.

FURTADO, Celso. Criatividade e dependência na civilização industrial. São Paulo: Companhia das Letras, 2008 [1978].

MARX, Karl. O Capital: Crítica da Economia Política. Livro 1: O processo de produção do capital. Trad. Rubens Enderle. São Paulo: Boitempo, 2011. Edição do Kindle.

POSSAS, Mário Luiz. Dinâmica e concorrência capitalista: uma interpretação a partir de Marx. São Paulo: Hucitec, 1989.

POSSAS, Mário Luiz. Estruturas de mercado em oligopólio. 2.ed. São Paulo: Hucitec, 1987.

SANTOS, Anderson David Gomes dos. Os direitos de transmissão do Campeonato Brasileiro de futebol. Curitiba: Appris, 2019.

SANTOS, Anderson David Gomes dos. Os três pontos de entrada da Economia Política no futebol. Rev. Bras. Ciências do Esporte, v. 36, n. 2, p. 561-575, abr./jun. 2014.

SANTOS, A. D. G.; SANTOS, I. S. da C. Debate teórico do conceito de mercadoria audiência a partir da apropriação do torcedor de futebol. In: SANTOS, Verlane Aragão; HERRAMILLO-HERRERA, Maurício. (Orgs.). Economia Política, Comunicação e Africanidades: XV Seminário OBSCOM/CEPOS. São Cristóvão: ULEPICC-BR/OBSCOM-CEPOS, 2018. p. 80-95.

SANTOS, Anderson David Gomes dos; MARIA, Dijair Brilhantes. A Fase da Multiplicidade da Oferta na Indústria Cultural e no futebol. Mediação, v. 16, n. 18, jan.-jun. 2014. p. 45-61.

Editora da UFBA disponibiliza gratuitamente obras de César Bolaño sobre Celso Furtado

A Editora da UFBA disponibiliza para download gratuito duas obras de César Bolaño (uma como autor e outra como organizador) envolvendo a temática da cultura a partir da teoria do desenvolvimento de César Furtado.

Celso Furtado é considerado um dos pais da Economia Política Brasileira e escreveu obras fundadoras do pensamento social brasileiro como “Formação Econômica do Brasil” e “Economia e Política do Desenvolvimento Econômico”.

As obras são “O Conceito de Cultura em Celso Furtado” – que pode ser encontrado aqui – em que Bolaño trabalha o conceito de cultura presente nas obras de Furtado, dando especial atenção ao conceito de criatividade do autor brasileiro, e “Cultura e Desenvolvimento: Reflexões à luz de Celso Furtado” livro organizado por César Bolaño com textos de vários autores e que está disponível aqui.

#FicaBBB: ativismo digital, hashtags e fadas sensatas

Por Aianne Amado (1) e Carlos Figueiredo (2)

No mesmo dia que Tiago Leifert anunciou aos participantes que, pela primeira vez na história, a edição do Big Brother Brasil seria estendida devido ao apelo do público, ouviram-se da janela gritos em celebração quando o brother Babu Santana terminou sua participação na prova do líder como favorito, como numa copa do mundo de um jogador só. Na timeline do Twitter, memes surgiam numa velocidade humanamente impossível de consumir em totalidade.

Horas antes, o presidente Jair Bolsonaro havia demitido o então ministro da saúde, em meio à pandemia global do COVID-19. A janela também anunciou: dessa vez com panelas. Os memes tinham um tom mais fatalista que aqueles que viriam mais tarde, mas ainda regados de humor.

Essas duas situações nos levaram a algumas reflexões que tentaremos levantar aqui. Começando pelo artigo “How the world’s collective attention is being paid to a pandemic: COVID-19 related 1-gram time series for 24 languages on Twitter” (3), que analisa os principais termos ou símbolos utilizados nas três primeiras semanas de março de 2020 para cada língua no Twitter. Dos 20 resultados para a língua portuguesa, 13 estavam relacionadas ao reality show da Rede Globo e seus participantes, contra 5 sobre a pandemia. A dessemelhança com os resultados de outras línguas também chama atenção:



Lista dos termos mais recorrentes durante as três primeiras semanas de março dentre as 6 línguas mais faladas do site de rede social Twitter. Fonte: ALSHAABI et. al, 2020

Ao longo dos anos, o debate sobre pautas sociais no Big Brother Brasil vem crescendo, já desenhado desde a seleção dos participantes pela produção do programa, tendo dentre eles ativistas e defensores de causas como gênero, raça e sexualidade (curiosamente, debates partidários não são comuns entre o elenco – ou, se são, não passam pelo corte da edição). Nesta 20ª edição, essas pautas ganharam destaque central para o desenrolar da competição, especialmente as duas primeiras problemáticas citadas. Ademais, essa também é a primeira edição em que participam pessoas já famosas antes do programa, com uma base de seguidores fiéis nas redes sociais, o que acalorou as rivalidades dentro e fora do confinamento.

Os fãs sempre estiveram inseridos na lógica do programa: Bruno Campanella mostra fandoms altamente organizados em sua tese, escrita há 10 anos (4). E, como em todo consumo de fã, o afeto interfere imediatamente na interpretação do texto, mas, especificamente em realitys de votação pública, há a certeza de interferência no resultado final mediante participação. Contar com um público fiel e parcial já antes da disputa começar proporcionou uma vantagem única.

Como eficiente programa de entretenimento, o Big Brother dá ao público a oportunidade de criar narrativas maniqueístas, de fácil acompanhamento até para aqueles que não assistem assiduamente. O primeiro grande arco narrativo do BBB 20 aconteceu logo nas primeiras semanas do programa e foi pautado pela desigualdade de gênero, com denúncias de assédio e machismo por alguns homens da casa, os “machos escrotos”; e exaltação do comportamento da maioria das mulheres, que receberam o carinhoso apelido de “fadas sensatas”, com base na identidade da campanha virtual da participante Manu Gavassi, a mais famosa pré-BBB. As fadas sensatas são as que “nunca erraram”, que percebem as injustiças sociais e não têm medo de combatê-las, defensoras da verdade e igualdade. Já os machos foram prontamente eliminados, um a um.

Entretanto, a temática central da edição ainda estava por vir: o preconceito racial. E, num plot twist hollywoodiano, eram as fadas quem assumiriam o papel de vilãs para o mocinho Babu, que tinha uma certa proximidade com o grupo dos machos. Babu é negro e anda pela casa orgulhosamente ostentando seu pente garfo preso no cabelo crespo. Do outro lado figura um autointitulado “grupo hippie”, com membros brancos à exceção de Thelma, amiga e protegida do ator carioca. Dentre alguns posicionamentos infelizes, o grupo associou Babu a monstruosidades e macumbas. As fadas sensatas agora são, jocosamente, chamadas por alguns de “fadas senzalas”. As disputas, claro, são definitivamente resolvidas no paredão (que, por sinal, bateu o recorde mundial do formato com 1,5 bilhões de votos na disputa entre Prior, melhor amigo de Babu, e Manu Gavassi). Isso não impede que o debate ganhe espaço também nas redes sociais, como deixa claro o levantamento citado acima. Não basta votar, é preciso expressar o voto, se posicionar, fazer campanha, cobrar posicionamento de celebridades e figuras públicas (até o eterno Luke Skywalker, Mark Hammil, entrou para a briga). As hahstags tomam lugar de bandeiras, sendo usadas para evidenciar, orgulhosamente, de que lado está. #FicaFulano e #ForaCiclano. Enquanto isso, o discurso social que iniciou a disputa se esvazia, dando lugar a memes, fake news e ameaças. Não há teoria ou embasamento. Surgem duas competições: uma interna, pela vitória nas votações; e uma externa, pelo fandom mais forte.

Olhando bem, parece até que já vimos esse filme antes.

A participação do público ao BBB 20, programa de TV frequentemente visto com maus olhos pela academia, ilustra diversos pontos discutidos atualmente pelos teóricos da Comunicação Social no Brasil: desde as próprias causas sociais e a respectiva aderência dos espectadores, própria dos Estudos Culturais, até discussões sobre convergência e segunda tela – algo que a Rede Globo demorou para dominar mas hoje usa com maestria. Dentro do campo da EPC (5), alguns pontos que merecem aprofundamentos são: o crescente interesse da emissora nos debates sociais e como ocorre a apropriação desses temas pela Globo; a função interação e as formas de captar o engajamento do público; as maneiras usadas para incorporar a movimentação nos sites de rede social que, inicialmente, não trariam lucros diretos para a produção; e a incorporação da lógica dos fandoms em movimentos políticos.

Sobre esse último, propomos destacar dois conceitos que vem ganhando espaço dentro dos Estudos de Fãs: o fanactivism, ou ativismo de fã, quando a presença no fandom influencia a participação em algum movimento social ou militância; e o fã político, aquele que, mais que um eleitor, possui um comportamento interativo com a figura pública. Até onde vai a causa? Onde o afeto passa a imperar? É possível reconhecer que seu ídolo pode se tornar vilão? Teria meu candidato se tornado uma fada sensata?


Postagem do ator, escritor e comediante Gregorio Duvivier no Twitter.

Grande de parte dos movimentos sociais e partidos de esquerda fazem uso irrefletido das plataformas digitais como ferramentas de comunicação, e acabam aderindo à lógica mercantilista dessas empresas ou ainda usando a ferramenta sem qualquer estratégia ou análise de conjuntura adequada. Gramsci (8), ao analisar como os partidos progressistas poderiam transformar o senso comum, usou uma metáfora comparando as estratégias de convencimento com táticas de guerra. Ele notou que, assim como nos confrontos bélicos de seu tempo, as lutas ideológicas estavam passando cada vez mais da guerra de movimento, realizada em campo aberto onde as forças se confrontavam diretamente, para a guerra de trincheira em que o exército vencedor derruba as trincheiras dos adversários uma a uma. Dessa forma, os partidos progressistas, para transformarem o senso comum e criarem novos consensos, deveriam quebrar resistências culturais, aproveitando-se de elementos progressistas presentes na cultura popular.

O uso da guerra de trincheiras enquanto tática não significaria não usar a guerra de movimento, mas utilizar um conjunto de táticas em diferentes contexto. Tanto que ao citar o exemplo de Gandhi, Gramsci observa que o indiano utilizou três formas de tática: a guerra de movimento, a guerra de posição e a guerra subterrânea para livra a Índia do jugo britânico. A Greve, por exemplo, é considerada guerra de movimento, mas deve vir conjugada com outras táticas para ser efetiva. Os algoritmos utilizados pelas plataformas digitais, ao enclausurarem os usuários de acordo com suas preferências políticas, musicais etc; tornam difícil a guerra de trincheiras e assemelha a disputa política a guerra de movimento em que dois exércitos se enfrentam em campo aberto.

Assim, a esquerda encontra dificuldades para derrubar trincheiras nas redes sociais. Os fandomssejam eles seja políticos, midiáticos ou de participantes do BBB – se baseiam numa identificação primária, muitas vezes pautada pelo reconhecimento de valores morais. No caso dos fandoms políticos, essa identificação se baseia também, normalmente, em uma suposta superioridade moral que renega totalmente a experiência do outro, visto como adversário, e cobra uma aceitação moral total a uma série de preceitos, o que vai de encontro às táticas preconizadas por Gramsci para a criação de um novo senso comum. Na verdade, as bolhas de filtros se apresentam como muros,intransponíveis às táticas dos progressistas em superá-los.

Por fim, nas redes sociais, a extrema direita utiliza uma sofisticada guerra subterrânea de desinformação com uso de Fake News, Bots, grupos de whatsapp etc., lançando mão de recursos e expertises indisponíveis aos movimentos sociais contra-hegemônicos, enquanto os partidos de esquerda utilizam táticas da década passada como os “blogs progressistas” que apoiavam os governos do Partido dos Trabalhadores (PT). O remédio para vencer a desinformação é político. O grande problema é que a própria esquerda abandonou o trabalho de base. A esquerda, no Brasil, cresceu a partir da construção de redes sociais de solidariedade offline, e isso foi trocado, em grande medida, pela política partidária e seus acordos, principalmente durante os governos Lula e Dilma. Se concordamos com a existência de fandoms políticos, as estratégias neles focadas, através de plataformas digitais e hashtags, são de fato oportunas. Porém, não é usando-as como principal ou único recurso que essas ou novas redes, mais adequadas aos novos desafios, serão reconstruídas – muito menos tentando evangelizar a população a partir da lógica da superioridade moral. Um novo tipo de estratégia deve ser adotada nas redes e fora delas, uma tática politizadora. Acreditamos ter exposto os problemas e desafios, e que as soluções devem ser buscadas a partir desse diagnóstico.

  1. Mestre em Comunicação Social. Membro do grupo de pesquisa Obscom/Cepos
  2. Jornalista, Doutor em Sociologia. Membro do grupo de pesquisa Obscom/Cepos
  3. ALSHAABI, Thayer; ARNOLD, Michael V.; MINOT, Joshua R.; ADAMS, Jane Lydia. DEWHURST, David Rushing; REAGAN, Andrew J; MUHAMAD, Roby; DANFORTH, Christopher M.; DODDS, Peter Sheridan. How the world’s collective attention is being paid to a pandemic:COVID-19 related 1-gram time series for 24 languages on Twitter. Março de 2020. Disponível em: http://pdodds.w3.uvm.edu/permanent-share/covid19-ngrams-revtex4.pd
  4. CAMPANELLA, Bruno Roberto. Perspectivas do Cotidiano: um estudo sobre os fãs do programa Big Brother Brasil. 2010. 207 p. Tese (Doutorado em Comunicação e Cultura) – Pós-Graduação em Comunicação e Cultura da Escola de Comunicação da Universidade Federal do Rio de Janeiro, Rio de Janeiro, 2010. Disponível em: http://www.compos.org.br/data/teses_e_dissertacoes/6b56215cf6a29e8080ec8e6e8a733491.pdf
  5. Raphael (6) e Campanella (7) defendem a inserção da EPC nos estudos sobre o reality show, alegando que “without understanding the political-economic forces that drove the spread of these genre, textual and audience studies may risk reifying it as an expression of audience demand, or of their creators, or of a cultural, discursive, or ontological shift unrelated to the needs of those who run the television industry.” (RAPHAEL 2004, p.119)
  6. RAPHAEL, Chad. The political-economic origins of Reali-TV. In: MURRAY, Susan & OUELLETTE, Laurie (eds.). Reality TV: Remaking Television Culture. 2. ed. New York: NYU Press, 2009, p. 123-140. Disponível em: https://www.researchgate.net/publication/295869264_The_political-economic_origins_of_Reali-TV
  7. CAMPANELLA, Bruno Roberto. Investindo no Big Brother Brasil: uma análise da economia política de um marco da indústria midiática brasileira. E-Compós,v. 8, 11, 2007. Disponível em: https://www.e-compos.org.br/e-compos/article/view/133
  8. GRAMSCI, Antonio. Cadernos do Cárcere. Vol 3. Rio de Janeiro: Civilização Brasileira, 2012.